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jueves, 12 de abril de 2018

VI TERTULIA PARTICIPATIVA: Resúmen




¿Libertad de expresión o libertinaje?:

En la Declaración Universal de Derechos Humanos se dice lo siguiente:
Artículo 19
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Artículo 29
2.       En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.

Febrero de 2018, en la Feria de Arte “Arco” salta la polémica y el escándalo. Santiago Serra, presenta como obra de arte 24 fotografías de políticos catalanes a los que define como “presos políticos”. Todos los medios de comunicación dan la noticia. Se convierte en la obra más buscada. La dirección de Arco decide retirarla y saltan chispas al ser acusada ésta de usar la censura en el Arte. Se dice que es arte y que la obra debe quedarse en aras de la libertad de expresión, mientras que en otros ámbitos se la considera un esperpento, cercano casi a lo delictivo. Tras el escándalo el precio aumentó, 80.000€ pagó un empresario catalán por las fotos. ¿Libertad de expresión artística? ¿apología de un delito? ¿oportunismo? ¿provocación para hacerse famoso?. La creación de polémica llama la atención del público, al público y a los medios de comunicación les va el morbo y el escándalo. Evidentemente, las 24 fotos fueron del gusto de los independentistas catalanes, pero no de la mayoría de los españoles.
Escándalo, polémica, provocación, ofensa de los sentimientos de otros….resulta lamentable que para hacerse famoso y que la obra gane un plus haya que recurrir a estos recursos. El arte así, queda reducido a lo banal; el arte moderno entonces, sólo seduce como competición por la atención y conseguir la atención del público, crítica y medios, es cada vez más difícil. Con este tipo de obras, el arte queda reducido sólo a conseguir captar la atención a través de lo aberrante, del oprobio, del insulto, de todo aquello que haya de negativo en la Humanidad.
 En esta carrera por conseguir destacar y traspasar los límites de los límites, y captar la atención (escudándose en la libertad de expresión, uno de los fundamentos de la Democracia) lo importante es, al fin y al cabo, hacer algo que provoque el mayor rechazo posible, el mayor escándalo, la mayor controversia, lo que sea aunque sea abyecto, o incluso pudiera presentar indicios de delito, nada de esto importa, ni siquiera el Arte, lo que importa es QUE SE HABLE DE TI Y TE HAGAS FAMOSO.

Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte

Creo que corren tiempos difíciles para la libertad de expresión, no hay más que ver Facebook o instagram censurando los desnudos, tanto masculinos como femeninos, hay demasiados ojos que se escandalizan demasiado creo yo. Por otra parte, pienso que en el enunciado de la pregunta faltaría algo, y es cuando se utiliza a la libertad de expresión o a la falta de ella, para promocionar algo que de otra manera pasaría inadvertido, “provoca o haz algo, llama la atención de quien más se siente poder ofendido y obtendrás publicidad gratuita”, de este modo, películas de cine, obras de teatro o exposiciones aumentan su público sin apenas inversión.

Refiriéndome más a la propia pregunta, hay una frase que dice que “la libertad de uno termina donde empieza la de los demás”. Estamos en una época de exaltación de diferentes valores de uno u otro tipo, y en prácticamente todos los ámbitos contrapuestos, política, religión, deportes, banderas, creo que es muy difícil establecer los limites entre la libertad de expresión y el libertinaje, yo no me atrevo, recuerdo que leyendo a un prestigioso dibujante de cómics contaba que en tiempos de la dictadura, para denunciar una situación, la contaba en un futuro de ciencia ficción y colaba. Hoy en día, estos límites han cambiado, estamos en los tiempos del políticamente correcto, no sé si dentro de poco nos van a quedar temas para contar chistes sin sufrir el ataque de alguien que pueda sentirse ofendido, en fin, creo que he divagado demasiado y no sé si he llegado a algún sitio, creo que no. Corren tiempos difíciles para la libertad de expresión.

Adolfo Merino
Artista

Lo que llamamos “la buena educación” es muy simple “no hagas ni digas a los demás lo que no quieres que te digan o hagan a ti” Así dirás lo que tienes que decir sin pasarte, otra cosa es que a la autoridad de turno y acorde con las leyes o no, te quieran sancionar.

También se puede expresar “tú libertad termina donde empiezan los derechos del otro”

Antonio Sánchez-Gil
Artista




La libertad de expresión es un derecho fundamental o un derecho humano, el derecho a la libertad de expresión es definido como un medio para la libre difusión de las ideas, pero teniendo en cuenta que dicha libertad asume consigo las responsabilidad de los opiniones que hagamos.

El libertinaje es definido por la real academia Española (RAE) como el desenfreno en las obras o en las palabras, por tal razón el libertinaje está asociado a la violencia moral y a la falta de respeto.

La diferencia entre estas dos se aprecia através de este ejemplo:
- Libertad: Poder opinar libremente sobre alguien. 
- Libertinaje: Utilizar esa libertad para difamar, calumniar, lanzar comentarios discriminatorios... 

Como se pude apreciar hay una gran diferencia entre ambos concepto, aunque el libertinaje procede de libertad su concepto y practica son diferente, el libertinaje es un oprobio hacia los demás por tal razón comportémonos y defendamos nuestra libertad de expresión sin evadir las responsabilidades y consecuencia a nuestra actos.

La libertad no es un problema, es una responsabilidad. Y los hay que saben cómo usarla para que la sociedad crezca y mejore. En manos del espectador está quedarse con lo bueno o con lo malo que aporta esta.

No es fácil debatir acerca de los límites de la libertad de expresión. El propio concepto, el derecho a expresar nuestras ideas, parece bastante amplio y encontrarle límites podría resultar contradictorio. De hecho, en parte, lo es. Pero incluso en una democracia idílica y utópica, en la que sus ciudadanos gozan de amplios derechos, también existen límites. Unos límites marcados por leyes, y esas mismas leyes son las que nos pueden dar pistas acerca de cuáles son los límites de la libertad de expresión.

Es un debate sin fecha de caducidad en el que todos tenemos voz y voto. Existen multitud de opiniones al respecto y no parece demasiado fácil ponerse de acuerdo. ¿Qué clase de «libertad» es aquella que tiene límites? ¿Cómo podemos hacer uso de nuestra propia libertad de expresión para censurar las ideas y los mensajes de nuestro contrario? ¿No es todo una gran contradicción?.

Las injurias y las calumnias, la apología de terrorismo o los actos que suponen una incitación al odio son solo algunos ejemplos de nuestros límites, aquellos que nos marca la Ley. Porque es tan sencillo como interiorizar que la libertad de uno termina donde comienza la del otro. Y mientras no violemos los derechos de los demás, entonces estaremos haciendo un uso responsable de nuestra libertad de expresión.

Lo que está claro es que la libertad de expresión no es, en la práctica y quizá, por fortuna, tan amplia como algunos piensan.


El peligro del estancamiento y la repetición en la búsqueda de un estilo propio:

Los historiadores de Arte, en principio, pueden distinguir a qué artista pertenece una determinada obra aunque no la haya visto nunca, esto es así por el estilo propio del artista y del movimiento artístico en el que se le encuadra. Por poner un ejemplo conocido, Caravaggio pintaba sus ángeles sin nubes, les privaba de esos suaves apoyos, su tenebrismo, sus modelos sacados de las calles, su perfecto dibujo….., en fin, toda una serie de características propias de su pintura que la hacen identificable.

Todos los artistas profesionales sueñan con conseguir un estilo propio por el que se les identifique, y que a la vez, en el colmo del logro artístico, sea un estilo nuevo, que triunfe y que cree escuela. En esa búsqueda de fórmulas idiomáticas propias estamos todos los artistas, el problema surge cuando un artista, al ver que una determinada fórmula triunfa la repite una y otra vez hasta caer en el estancamiento. Se pintan los mismos temas una y otra vez, y de la misma forma y con la misma técnica. Si se hace uno con cierta fama pintando ángeles, pues se pintarán miles de ángeles (es sólo un ejemplo), como si las obras se fabricaran en serie, no avanzando así en la búsqueda de nuevas fórmulas.

Todos los grandes artistas evolucionan a lo largo de su vida artística, pueden comenzar pintando en un estilo o movimiento artístico concreto y terminar haciendo otro. En eso está también la verdadera valía o maestría de un artista, en que pasa su vida investigando, aprendiendo siempre, porque nunca está todo aprendido, porque el Arte no es estático, y cambia con el devenir del tiempo.
Por otra parte, llegar a lo alto cuesta mucho (y muy pocos llegan), pero mantenerse en el tiempo ahí arriba cuesta más, y para ello, no se puede dejar de ser creativo y original.

Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte

Mi modesta opinión es que en ocasiones, cuando se observa a algunos pintores, se observa una repetición, tanto en técnica como en temática, que en cuanto vemos una obra suya no surge ninguna duda sobre quien es el creador de la misma. Hace muchos años, en un mercadillo de arte, donde había obras de calidad, artistas con muchos años de experiencia y muchas obras a su espalda, se observaba que algunos de ellos habían encontrado una clave para vender prácticamente todo lo que llevaban. Esto también me ocurre con otra serie de artistas, y a veces pienso, pero es mi humildísima opinión, que se acaban convirtiendo en “profesionales” de la pintura, se genera un buen producto, o muy bueno en muchísimos casos, con una muy buena técnica y ejecución pero que ha llegado a un nivel de “comodidad” que hace que no se arriesgue por la búsqueda de otras formas o contenidos. Quizás todo esto sea producto de la sociedad en la que vivimos, que no compra demasiada pintura, y de esa “tonta” necesidad que tenemos los humanos de comer todos los días.

Adolfo Merino
Artista

Es curioso que casi nadie se preocupa de la forma en que se mueve, de la manera  que habla, no digamos de la forma que escribe que a algunos debería darles vergüenza por los errores ortográficos y de sintaxis que cometen y ahí incluyo a tanto poeta y poetisa actuales, de la forma en que visten, e infinitamente de la manera que piensa y que cuando no saben pintar todavía, se empiecen a preocupar por el estilo, ya tiene bemoles.

El estilo es a la vez lo más simple y lo más complejo de desarrollar. El estilo es la propia marca, es como la escritura la cual uno va aprendiendo escribiendo con diferentes tipos de caligrafías en el colegio: inglesa, redondilla, gótica inglesa y alemana. Luego con la llegada de los ordenadores descubrí que había muchos más tipos de letras, aunque yo de niño ya inventé unos cuantos.

Lo cierto es que a la hora de la verdad cada cual desarrollamos nuestra personal manera de escribir sin pretenderlo, al menos conscientemente, y con el paso del tiempo cada cual escribimos de una manera muy personal y no solo por el tipo de letra que usamos sino por más características, como tamaño, altura, inclinación, proporciones, formas de trazar y presionar el instrumento, etc. Pues exactamente igual sucede con la pintura, sin proponérnoslo ya sale nuestro estilo, si además hay cosas que queremos mejorar o corregir pues basta con estar atento a la hora de pintar hasta que lo convirtamos en una rutina en la que ya no hay que pensar pues saldrá de forma espontánea.  Dicho de otra manera, nuestro estilo y forma de pintar es nuestro grafismo, nuestra escritura pictórica.

El estancamiento, desde mi punto de vista, es otra cosa, es ese momento en que nos damos cuenta que llevamos varios años pintando lo mismo y de la misma manera y nos estrujamos las meninges para encontrar otro camino, otra manera, otros temas. Esto les suele pasar especialmente a algunos de los que obtienen premios importantes, pues ya no se atreven a cambiar por si entonces ya no gusta y no venden.

Antonio Sánchez-Gil
Artista

¿Es a través de la repetición, de esta forma de memoria, que un artista construye el estilo?.

¿Será la repetición una posibilidad expresiva o un límite para el artista? 

Para ello distinguirá la repetición del recuerdo: la reminiscencia atada al recuerdo repetirá algo del pasado, en tanto la repetición propiamente dicha enlazada al instante se orientará como un "recordarse hacia adelante".
Este encuentro puede ser tanto fulgurante como connotado con cierto espanto, es decir presupone un riesgo que el artista decide tomar.
¿Es ese instante, en ese momento riesgoso en el cual el artista logra leer el espíritu de su época antes que pueda ser dicho de otra manera?

El uso del concepto “estilo personal” aplicado a la enseñanza artística de las disciplinas tradicionales buscando un desarrollo subjetivo autónomo del alumno, es puesto en tensión dentro de la enseñanza de las nuevas, aunque ya consolidadas, prácticas artísticas visuales ya que estas pondrían más acento en la idea de la obra de arte que en su aspecto material y por lo tanto implicaría una dificultad aplicar la noción de estilo. La idea primaria que recorre a todas ellas es que la efectiva obra de arte no es el objeto material procedente de la “mano” del artista sino que la obra consiste en un conjunto de conceptos e ideas. La noción de estilo fue tomado de las letras, en referencia al instrumento que usaban los escritores para escribir y que señalaba un cierto modo personal de escritura. Mediante una operación metonímica se transfiere la denominación de una herramienta para designar, luego, una determinada actividad literaria en el marco de una relación de contigüidad. Anteriormente, en la pintura y la escultura se utilizaba el término “maniera” para señalar un modo particular de expresión artística, que luego fue reemplazado por el término “estilo”, a partir que las bellas artes comienzan a reivindicarse como actividad liberal y destacan el componente intelectual de la labor de las disciplinas mencionadas por sobre el trabajo manual.

Si bien puede encontrarse un sinfín de definiciones sobre la palabra estilo, de alcances históricos, de época, también en referencia a colectivos de artistas como a referencias geográficas, en nuestro caso optamos por circunscribir estilo, a grandes rasgos, como una manera particular de expresarse con formas y más precisamente a la denominación “estilo personal”.

La creatividad surge del juego, pero el juego no está necesariamente ligado a los valores. El compromiso y el amor sí lo están. No hay un proceso creativo. Hay muchos procesos creativos, con muchas capas, muchos niveles de compromiso y de intención. Los místicos contemplativos trabajan únicamente con el sí mismo. Los artistas sumergidos en el mundo del arte trabajan solamente con material.
En ambos casos hay una separación entre los valores y lo sagrado por un lado, y la vida por otro. Pero en el Frente de Liberación del Imaginario los artistas trabajan en el sí mismo y en el material al mismo tiempo, en una alquimia de resonancia comprensiva.

Lo que solemos llamar creatividad implica factores tales como la inteligencia, la capacidad de ver las vinculaciones entre hechos que antes se veían como separados, la capacidad de romper con actitudes mentales pasadas de actualidad, la valentía, las fuerzas, la actitud de juego y hasta la capacidad de atacar. Las personas muy creativas pueden usar estas capacidades en campos sumamente convencionales. Pueden usarlas para el bien y para el mal….

Tal vez los artistas se encasillan en exceso, no avanzan en sus planteamientos ni asumen nuevos retos.

La creatividad no fluye, porque siempre utilizan la misma técnica, los mismos modelos, no asumen los tiempos en los que viven. Se han amanerado en exceso.

Hay artistas haciendo obras como si estuvieran en el siglo XVII, aunque técnicamente sean impecables.

Si no se avanza en función de los tiempos ¿dónde queda la creatividad?

Luego se podría hablar del mono tema que muchos artistas tienen. Podría hablarse de que con lo difícil que es dar salida a las obras por la falta de compradores, si se sigue con la misma temática a lo largo de los años, las dificultades de venta de las obras se incrementarán. Ya no habrá compradores dispuestos a comprar siempre lo mismo.

Sin embargo, parece mas factible que con un abanico amplío de temas y de técnicas se puedan incrementar las ventas.


Artista o aficionado a pintar:

Marcel Duchamp, uno de los principales valedores de la creación artística como resultado de un puro ejercicio de la voluntad, sin necesidad estricta de formación, preparación o talento, abrió la puerta a que cualquier persona pudiera considerarse artista: “es arte lo que el artista dice que es arte”. Así pues, no hacía falta una preparación previa para hacer arte , al fin y al cabo, según decían los dadaístas “el arte había muerto”.

Desde entonces hemos asistido a todo tipo de manifestaciones artísticas y a todo tipo de autodenominados “artistas” ya que el esfuerzo, el conocimiento de procedimientos, materiales, técnicas, Historia del Arte, etc…no han sido necesarios para hacer una obra de arte. 

Cualquier cosa que alguien haga puede ser aceptada de inmediato como arte, ya sea una mesa llena de alimentos en descomposición como un cubo con fregonas o un cuadro lleno de manchas de pintura donde no existe siquiera el más mínimo conocimiento sobre la técnica empleada.  A este considerar al arte como un puro ejercicio de la voluntad, se le añade el ingrediente del concepto de Arte como “expresión”….y punto. Está claro que todo el mundo puede “expresarse”, no es pues de extrañar que salgan artistas hasta debajo de las piedras. Cualquier persona puede recibir hoy unas clases de pintura porque le gusta pintar y lanzarse a triunfar en el mundillo artístico. Puede exponer en cualquier sitio, no hay selección ni petición de currículum, a las galerías no les importa el talento o falta de talento del aspirante a artista, lo que le importa es su cartera.

Al mismo tiempo, dado que el arte es terapéutico, cada vez más personas canalizan sus problemas a través de éste, concretamente, a través de la pintura, el medio más adecuado según la pionera del uso del arte como terapia, la psiquíatra brasileña, Nise da Silveira.

Que el arte sirva como medio de expresión de lo más universal del ser humano que es las emociones, no convierte a un sujeto en artista porque use los pinceles y el lienzo como catarsis, y esto es algo que estamos viendo cada vez con más frecuencia. El Arte como terapia es útil e importante, pero el Arte es mucho más que una terapia.

Manoli Iglesias Vera
Licenciada en Historia del Arte

A mi la palabra “artista” me ha parecido una palabra muy seria, para mi un artista son palabras mayores, yo me incluiría en la segunda definición, mi subsistencia no ha dependido de la pintura, sin embargo es mi gran pasión, desde joven, y con más o menos intensidad, según las épocas, le he dedicado tiempo al dibujo y a la pintura. Y ya que estamos a poner categorías, quizá, diferenciaría a aquellos que de vez en cuando pintan un rato, para relajarse, para disfrutar, para llenar el tiempo, ¿cuántas veces, cuando hemos dicho que pintábamos, nos han dicho eso de... pues mi padre, amigo, hermana... también pinta y hace unos cuadritos.......? de aquellos aficionados, entre los que me incluyo, que se apasionan con lo que hacen, que buscan el tiempo de donde sea, que están con los sentidos alerta, para captar aquello que nos rodea y plasmarlo en un papel o un lienzo, a aquellos en los que la cabeza nos está trabajando, pensando en la próxima obra a realizar, y como supongo que nos pasa a muchos, el dibujo o la pintura no es una relajación sino una excitación, me acaba de venir a la cabeza, una exposición de un famoso psiquiatra español que vi por casualidad, cuyo nombre por desgracia no recuerdo, que hacía una pintura realista buenísima, y no dejaba de ser un “aficionado a la pintura”.

Adolfo Merino
Artista

Se empieza por ser aficionado, incluso aquellos que más tarde se convertirán en profesionales, es decir, aquellos que viven de la pintura, pero lo de ser artista es algo especial que algunos sacan de si mismos y que al verlo los demás piensan que el autor es un artista, es decir “El artista es la persona que crea o produce obras de arte. Pueden coincidir en el mismo sujeto las capacidades del autor y artista, por supuesto” y una obra de arte es aquella que conmueve, emociona o hace vibrar al espectador.

No todo el que se cree artista es artista. Yo me considero pintor –bueno malo- lo de artista deben decirlo los demás. Yo escribo poesía y no me considero poeta, eso deben decirlo los demás. Asó lo veo yo.

En mi opinión, muchos hiperrealistas pueden resolver de manera fotográfica pero no producir emoción, como sucede en el canto, la música, la danza, la poesía, la narrativa, etc. es decir, en cualquier expresión artística. Otros en cambio, sin dominar tanto la objetivación de la imagen, precisamente por no ser tan objetivos, se dejan llevar por sus emociones que se transmiten a su pintura.

Antonio Sánchez-Gil
Artista

A continuación copiamos una serie de reflexiones que hemos visto en el blog de Hangel Montero (profesor y pintor) puesto que son muy ilustrativos.

Lo primero que debemos hacer es saber y conocer ¿qué es un “pintor”? y ¿qué es un “artista”? porque tal vez la utilización del término es, de base, errónea.
Según la  Real Academia de la Lengua Española“Pintor” es, entre otras acepciones :
“1. m. y f. Persona que profesa o ejercita el arte de la pintura.”
Es decir, si nos atenemos a lo que realmente significa el término, creo yo, que no hay que haber nacido para “dedicarse profesionalmente” (significado de profesa) al arte de la pintura, como tampoco para “practicar” (significado de ejercita) este arte. Sería como mantener que hay que nacer para un día hacernos profesionales de la medicina o para practicar el submarinismo.
Creo, por tanto, que cuando nos hacemos estas preguntas queremos en realidad referirnos a lo de “artista” en vez de a “pintor”, es decir, nacemos o no artistas, porque evidentemente lo de pintor ya ha quedado claro que no tiene ningún sentido. Veamos entonces este otro planteamiento.
Según la Real Academia de la Lengua Española“Artista”, referido a la actividad relacionada con la pintura y las bellas artes es :
“1.- m. y f. Persona que cultiva alguna de las bellas artes.”
Es decir, el que ejercita o practica alguna de las bellas artes.
Por el sólo hecho de practicar (ejercitar) la pintura ya podríamos decir que somos artistas sin tener que haber nacido para ello.
“2.- m. y f. Persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes.”
Y ya sin hacer referencia a las bellas artes el término Artista es también aplicable a la,
“3.- m. y f. Persona que hace algo con suma perfección.”
Creo que es en estas dos últimas acepciones donde surge el mito y no menor controversia sobre el asunto.
Efectivamente, si nos atenemos al significado académico del término, y visto así, parece ser que artista solo sería quien es “dotado” de la necesaria capacidad o habilidad para, en nuestro caso, poder pintar. Dotado por el mero azar, por la intervención divina o por el capricho de la naturaleza, pero siempre y en cualquier caso es necesario haber recibido “de nacimiento” ese “DON” que al parecer consiste en tener capacidad o habilidad para pintar.
Pero entonces la pregunta es evidente; ¿qué capacidad o habilidad “especial” hay que tener para poder pintar?.
Que yo sepa, y a no ser que tengamos un problema físico visual, ninguna.
Capaz creo que cualquiera lo es si aprende las técnicas necesarias; mejor o peor, pero… ¿capaces?, creo todos lo somos. Coger unos pinceles y coger con ellos pinturas de colores y luego ponerlos en un lienzo o soporte creo que todos somos capaces de hacerlo.
¿Habilidad para pintar?… la habilidad es por definición tener la destreza para hacer algo y sin duda, uno adquiere cualquier destreza si cultiva y se educa para ello.
Yo puedo tener habilidad para desmontar un motor pero si no aprendo cómo hay que hacerlo por mucha habilidad que tenga no podré hacerlo; si no tengo habilidad para cocinar y alguien me enseña cómo se hace, que duda cabe que la podré tener.
Lo mires por dónde lo mires, y literalmente hablando, no le veo ningún sentido plantearse si tener capacidad o habilidad para pintar es UN DON con el que hay que nacer.
Otra cosa bien distinta sería tomar la segunda acepción del término artista que hemos visto como justificación para plantearnos la duda de si el artista nace o se hace, pero que al igual que la anterior, verás que tampoco tiene ningún sentido.
No ya referido al arte de pintar, dice la Real Academia de la Lengua que artista es la persona que hace algo con suma perfección. ¿Y si nos referimos a la pintura?. ¿Artista sería entonces alguien que PINTA CON ABSOLUTA PERFECCIÓN DESDE QUE NACE?. Luego… ¿somos capaces de plantearnos si nacemos o no pintando con absoluta perfección?. ¿Verdad que no?… ¿A que visto así ni te lo plantearías?.
A mi forma de ver, y si quieres aprender a pintar, debes asumir y convencerte de que esta pregunta tan asumida y discutida por todos sin excepción, no tiene ningún sentido planteársela so pena de iniciar tu aprendizaje con más miedos que dudas sobre si serás capaz de llegar a pintar algún día…”
  
El papel de la mujer en el Arte en los siglos XX y XXI:

Aunque hoy las mujeres pueden acceder sin problemas a las Facultades de Bellas Artes, y hay gran número de muy buenas artistas, sigue siendo insuficiente el reconocimiento a su contribución al mundo del Arte. Los nuevos estudios realizados por historiadores y periodistas de investigación están sacando a flote a las mujeres que en épocas pasadas, y no tan pasadas, fueron grandes artistas, pero olvidadas por la Historia. A las mujeres artistas les ha pasado lo mismo que al resto de mujeres, hemos sido ninguneadas en nuestro papel dentro de la sociedad. Hoy sabemos que obras atribuidas a pintores o escultores varones fueron en realidad obras hechas por mujeres, lo cual demuestra que no hay diferencia entre el arte realizado por unos u otros.

Poco a poco, se va intentando hacer justicia a tantas y tantas mujeres que, si bien, salvo alguna excepción como Berthe Morisot (por poner un ejemplo quizás más conocido), fueron artistas a la sombra de otro artista del que fueron su modelo, esposa o amante, pero que no fueron reconocidas por su talento artístico. Se podrían enumerar muchos ejemplos. Figuras femeninas que incluso ya entrado el s. XX permanecieron a la sombra de otros grandes artistas, como fue el caso por ejemplo de Camille Claudel, cuyo final fue trágico y nunca fue en vida reconocida como una gran escultora.

 En pleno siglo XX la modernidad de las vanguardias otorgó a la situación de los y las artistas un equilibrio aparente; a pesar de todo, el mundo del arte seguía estando regido por hombres (ellos eran los artistas más valorados social y económicamente). No fue hasta la década de los 60 cuando los movimientos feministas cobraron realmente fuerza y comenzaron a defender el papel de la mujer en el campo artístico.

Pero aún quedan cosas por hacer. Se abren museos a muchos artistas masculinos….¿a cuántas artistas femeninas se les ha puesto un museo?. Por otra parte, de las paredes de los grandes museos siguen faltando las obras de las grandes artistas del pasado que contribuyeron con sus creaciones a la Historia del Arte.

Manoli Iglesias Vera
Licenciada en historia del Arte

Para mi, la mujer posee las mismas capacidades que el hombre, por tanto, si se lo propone, puede alcanzar las mismas cotas de conocimiento, desarrollo y habilidades que un hombre, otra cosa es que la sociedad reconozca o no sus capacidades y resultados, y eso depende fundamentalmente de la mentalidad de cada época y eso mismo es aplicable también a los hombres, tal como le sucedió a Van Gogh por ejemplo. Él no vendió ni un cuadro en vida y una vez muerto sus obras se cotizan en un montón de millones de dólares/euros.

Así pues el papel de la mujer en el arte es idéntico al del hombre, el resultado ya es otra cosa que no solo depende de cada artista como dije antes. Y normalmente, los gays suelen tener mejores resultados. Tal vez tener los dos sexos en un solo cuerpo les da ventaja, aunque uno sea físico y el otro mental. Es curioso.

Antonio Sánchez Gil
Artista

Cuando pensamos en el mundo del arte, es inevitable atribuirle una personalidad masculina. Si pensamos en la figura de un director de museo, nos lo imaginamos hombre, lo mismo nos sucede en pensar en un galerista, aunque luego nos lo imaginemos con un equipo conformado por mujeres. Asimismo, cuando pensamos en artistas famosos nos damos cuenta de que la mayoría son hombres, resultado de que los programas de los museos presentan en un porcentaje mucho más elevado exposiciones de artistas hombres que mujeres. Ni que hablar de comisarios jefe o coleccionistas de alto rango, a los cuales también imaginamos como hombres.

En definitiva, la idea del género masculino dominando el mundo del arte está más que establecida.
 Por ello, parece natural creer que en el pasado esto era aún más acusado, con una presencia femenina aún menor en el sector. Esta idea es errónea, ya que el rol de algunas mujeres del siglo XX ha sido más que imprescindible para conformar el arte moderno tal y como lo entendemos ahora, afectando de forma directa en su desarrollo.

Todo comenzó cuando el MET de Nueva York anunció su European Focus Program. Muchos patronos del arte quisieron realizar donaciones para esta causa, pero el museo se había impuesto no aceptarlas. Abby Aldrich Rockefeller, Mary Quinn Sullivan y Lillie P.Bliss estaban entre esas personas a las que se les rechazó la posibilidad de contribuir, así que se unieron para fundar el MoMA, que pronto se convertiría en la mayor institución de arte moderno de la ciudad y una de las más importantes del mundo.

No es solo importante el hecho de que tres mujeres fundaran el museo, si no también la radicalidad en sus gustos. Si se compara con sus maridos, quienes incluso consideraban escandalosos los hábitos artísticos de sus mujeres, éstas eran mucho más modernas y atrevidas y compraban obra de artistas como Duchamp y Picasso, que en su día eran tremendamente rompedores. A través del traspaso de sus radicales gustos al MoMA, estas mujeres dictaron las normas de cómo iba a ser el arte moderno en Nueva York, convirtiéndolo en el impulsor del arte radical. Podríamos decir que estas mujeres tuvieron un importantísimo papel en conformar lo que podría llamarse el arte del futuro.

Lo curioso es que museos de tal importancia hayan sido fundados por mujeres pero que, en cambio, no están dirigidos por mujeres. En el Whitney la primera directora, Juliana R. Force, sí fue una mujer, pero desde entonces sólo hombres han asumido esa posición. El MoMA jamás ha tenido una mujer como directora. Esto se debe a que las mujeres fundadoras de dichas instituciones pudieron hacerlo por pertenecer a una clase social muy concreta en la que contaban con los medios, pero eso nunca significó que la sociedad estuviese preparada para asumir que el género femenino era capaz de asumir un rol directivo desde un punto de vista profesional. Hoy en día, aún siendo de manera menos acusada, esto continúa sucediendo. Cada vez hay mas mujeres asumiendo cargos importantes en el sector del arte, pero cuando nos ponemos a comparar el número de mujeres continua siendo considerablemente bajo con respecto al número de hombres. Un buen ejemplo de una mujer asumiendo un rol directivo en un museo hoy en día sería el de Lissa Phillips, considerada la mujer más poderosa de la escena de arte neoyorquina, directora del New Museum, otra institución fundada por una mujer, en este caso Marcia Tucker.

Volviendo al tema de la constitución del arte moderno tal y como lo conocemos hoy, no podemos olvidar los nombres de otras tres mujeres también imprescindibles en el desarrollo de éste: Peggy Guggenheim, Betty Parsons e Ileana Sonnabend A pesar de no haber fundado ningún museo, estas mujeres fueron propulsoras clave del arte moderno siendo importantes coleccionistas, mecenas y galeristas.

Betty Parsons, coleccionista y galerista, es sobretodo conocida por ser la mujer que dio al expresionismo abstracto una verdadera plataforma sólida en Nueva York. En su galería representó a artistas de la talla de Saul Steinberg, Adolph Gottlieb, Mark Rothko, de Kooning etc. Asimismo, continuó cuidando de la carrera de artistas como Jackson Pollock cuando Guggenheim cerró su galería para regresar a París. Parsons también es conocida por haber apoyado a artistas de minorías, desde asiático a afroamericanos, hecho que en su época era muy inusual.

En definitiva, vemos claramente de que el rol de ciertas mujeres, que no fueron pocas, fue absolutamente vital en el desarrollo del arte a lo largo del siglo XX, hasta hoy. Tanto por introducir el arte europeo a Estados Unidos como por impulsar nuevos movimientos que rompieron esquemas y así abrir las puertas a todos los artistas que hoy conforman el arte moderno con todas sus variantes. Es un hecho que los gustos tan vanguardistas y radicales de estas mujeres , así como la confianza ciega en su criterio, han llevado al mundo del arte a ser lo que es hoy. Estas mujeres pueden ser consideradas las arquitectas del nuevo arte, hecho de vital importancia sobre el que hay que esforzarse para mantener en la memoria colectiva, ya que si no lo hacemos estaremos asumiendo la naturalidad sobre el hecho de que los líderes del mundo del arte sean siempre hombres.

La historia prueba que ha habido mujeres con un gran poder e influencia en el mundo del arte. Así pues, es nuestra responsabilidad el transmitirlo con el fin de que el sistema se abra a implementar los cambios estructurales necesarios para que cada vez haya mas mujeres con acceso a cargos directivos en instituciones de arte. Asimismo, esto se traducirá en una nueva programación museística que otorgará mayor visibilidad a artistas mujeres.


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